[su_box title=»Mis hijos no aceptan a mi pareja» box_color=»#519691″]¿Qué hacer cuandos tus hijos no aceptan a tu pareja [/su_box]
Mis hijos no aceptan a mi pareja
Todos estos pensamientos son inconscientes. Ni el niño hace deliberadamente la vida imposible al recién llegado, ni él mismo entiende lo que le pasa.
El resentimiento hacia la nueva pareja puede deberse a los celos. El progenitor, sin pareja desde el divorcio, había estado muy disponible para el niño, dedicándole mucho tiempo y atención. De repente, el niño tiene que compartir a papá o mamá con otra persona: se siente como un príncipe destronado.
Por otro lado, puede ser simplemente miedo al cambio, miedo a lo nuevo e incertidumbre sobre cómo cambiará su vida ahora que sus padres tienen una nueva pareja. Para un niño, el cambio puede ser abrumador, ya que no tiene experiencia previa de cómo puede ser una nueva situación.
Como vemos, que nuestro hijo no acepte a nuestra pareja es muy normal y frecuente.
¿Qué podemos hacer?
En primer lugar, tener paciencia. Introducir al nuevo compañero de forma progresiva, y siempre después de un tiempo adecuado desde la separación. Primero podemos nombrarlo como un amigo especial, contarle cosas sobre él y, pasado un tiempo, preguntarle al niño si quiere conocer a ese amigo especial. Procuremos que el encuentro no sea muy largo y en lugares neutros, como cafeterías o un parque. No es aconsejable llevarle a casa a la primera oportunidad.
Después de algunos encuentros de este tipo, puedes darle más información, decirle que realmente te gusta esa persona o que vais a empezar a salir como pareja. Y poco a poco, comparte más espacio y tiempo con ellos.
Presenta a la nueva pareja de forma progresiva, y siempre después de un tiempo adecuado desde la separación.
Si se ponen groseros, o maleducados, o les hablan mal, actúa como lo harías si estuvieran con cualquier otra persona: poniendo límites y no tolerando faltas de respeto o desprecios. No pongas demasiadas excusas si te piden explicaciones o intentan influir en tus decisiones. La elección de tu pareja es cosa tuya, y los niños no tienen que «darte permiso» para salir con alguien. Tendrán que aceptar que es tu decisión y elección, y poco a poco se irán normalizando las cosas.
Los adolescentes son los que suelen tener más problemas en este sentido. Pueden creer que tienen derecho a opinar sobre nuestra pareja, o darnos el visto bueno. Debemos ser categóricos en este aspecto, es nuestra elección y ellos deben respetarla. Al igual que haremos nosotros con su pareja cuando llegue el momento. Por otro lado, debemos animarles a pasar tiempo con nuestra nueva pareja, a tener la oportunidad de conocerla. Sin forzarle, de forma natural, pero permitiendo que se relacionen sin que nosotros estemos siempre presentes.
Si hay conflictos reales, peleas, no podemos ponernos a su nivel. No solucionamos nada gritándonos, reprochándonos o descalificándonos. Corta esta dinámica, y habla en otro momento, cuando todo esté tranquilo, a solas con tu hijo. En estos casos es mejor que el nuevo compañero se mantenga al margen.
Así que la recomendación básica sería: introducir poco a poco al nuevo compañero, darle tiempo para que se adapte, y no ser permisivos con las faltas de respeto o los malos modos. Seguro que si todos ponéis de vuestra parte, será más fácil adaptarse a los cambios que supone iniciar una nueva relación.
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