[su_box title=»Perdonar una infidelidad» box_color=»#519691″]Resistir la tentación del deseo estando en pareja no siempre es fácil, así que nos ponemos en la piel tanto del infiel como de su pareja, para saber cómo puede actuar cada uno en esta situación.[/su_box]
Perdonar una infidelidad
- Una vez que haya superado el shock inicial y haya pasado la fase de descubrimiento, empiece a construir experiencias positivas para el matrimonio. Aprenda a disfrutar de su tiempo juntos.
- Dedique tiempo a recordar lo que era bueno en su relación. Ambas partes necesitan que se les recuerde lo que era bueno de los dos. El dolor tiene una extraña manera de enterrar lo bueno. Es difícil tomar una decisión sabia sobre el futuro si sólo se considera lo negativo y nunca se mira lo bueno.
- Deje de participar en comportamientos hirientes. Abandonar las actividades que causan ansiedad a tu pareja comunica tu voluntad de asociarte con ella en la recuperación. Insistir en tus derechos sin tener en cuenta su dolor revela tu egocentrismo e insensibilidad hacia su dolor.
- Asume la responsabilidad de tu recuperación. Si su pareja siente que ella es su motivación para la recuperación, le será difícil creer que usted está comprometido a que esto no vuelva a suceder. Su pareja no fue suficiente para evitar el comportamiento la primera vez, así que no tiene motivos para creer que ella será suficiente motivación para que usted mantenga la recuperación en el futuro. Debe asumir la responsabilidad por sí mismo.
- Permita a su pareja la oportunidad de perdonar haciéndole saber lo que ha hecho. Lo más probable es que a su pareja le resulte más fácil perdonar sus acciones que su engaño. Es el engaño lo que dificulta la reconciliación.
No minimices tu comportamiento. Si lo haces, te burlarás de los esfuerzos de tu pareja por perdonar. - Sé paciente. Te llevará entre 18 y 24 meses superar la crisis creada por tus decisiones. Lo menos que puedes hacer es tener paciencia mientras intentan superar lo que has hecho.
¿Significa la infidelidad un desamor?
Todo lo que hacemos los humanos nunca es blanco o negro. Las versiones de gris pueden hacer que los buenos humanos parezcan malos, pueden hacer que el amor que es real se sienta muerto durante un tiempo. La mayoría de la gente que tiene aventuras está enamorada de su pareja original. Y la mayoría de las personas que engañan no son infieles. No son mentirosos, no son traidores y no son malos. Lo que son es humanos, e incluso los buenos cometen errores catastróficos a veces. Todos los cometemos.
A menudo, las relaciones no tienen que ver con que las personas quieran tener una relación diferente, sino con que quieren que la relación en la que están sea diferente. Las relaciones cambian de forma con el tiempo y con ello, a veces, las necesidades humanas que todos tenemos se quedan atrás. Estas necesidades incluyen la validación, el amor, la conexión, el afecto, la intimidad y la crianza, pero hay muchas más. Esto no es una excusa para una aventura, pero entender lo que impulsó la aventura es clave para poder seguir adelante. Es una parte fundamental para sanar la relación y reparar cualquier rotura en la armadura que os rodea a ambos y que hizo posible que otra persona pasara.