[su_box title=»Reconciliación» box_color=»#519691″]La capacidad de perdonar y buscar el perdón se considera a menudo uno de los factores más importantes que afectan a la longevidad de las relaciones.[/su_box]
Reconciliación
Las relaciones estrechas se ven a menudo empañadas por las ofensas interpersonales. Los conflictos y el daño social pueden afectar considerablemente a nuestro bienestar psicológico y físico, y algunos sostienen que la felicidad depende en gran medida de cómo respondemos y nos recuperamos de estas experiencias difíciles y dolorosas.
El perdón tiene un aspecto diferente cuando perdonamos a un extraño o a un ser querido y depende de la naturaleza de la relación. Muchos investigadores y clínicos afirman que el perdón es la piedra angular de un matrimonio exitoso.
Esta creencia sustenta el desarrollo de varias intervenciones matrimoniales que hacen hincapié en el perdón, especialmente en el contexto de la infidelidad matrimonial. La evidencia de la investigación apoya este punto de vista, ya que el perdón se ha vinculado a varios constructos clave en el ámbito marital, incluyendo la resolución de conflictos, las atribuciones que mejoran la relación y un mayor compromiso.
El hallazgo más sólido en esta literatura emergente documenta una asociación positiva entre el perdón y la calidad marital.
El perdón en las familias
Los relatos más interesantes y publicados sobre el perdón son los que tienen que ver con el trauma, donde el perdón es casi un acto heroico. Pero, ¿qué pasa con el perdón sutil pero continuo y comprometido que se da en las relaciones cercanas y en las familias?
Parece que en las relaciones cercanas y en las familias el perdón tiene lugar con mucha más frecuencia y puede ser contextualmente mucho más complejo. El perdón tiene un aspecto muy diferente en las relaciones cercanas que en las más distantes, y las relaciones familiares y su dinámica pueden convertirse en un contexto importante y en un factor de influencia en el proceso de perdonar.
El perdón después del engaño y el adulterio
En las relaciones estrechas, el perdón se produce como parte de las interacciones continuas y, dentro de este contexto, ambos miembros de la pareja son a veces ofensores o víctimas.
Como consecuencia, la reciprocidad adquiere un papel importante y puede influir en las reacciones de la pareja ante futuras ofensas. No sólo los comportamientos actuales, sino también los pasados, desempeñan un papel en las expectativas y atribuciones que predicen las respuestas entre los miembros de la pareja.
Asimismo, se ha descubierto que la capacidad de disculparse y empatizar es un buen predictor del perdón a nivel individual. El compromiso, la cercanía y la menor tendencia a mostrar reacciones emocionales negativas ante los factores de estrés de la vida también se asocian positivamente con el perdón a nivel de las relaciones.