[su_box title=»Sentirse culpable» box_color=»#519691″]Hay muchas cosas que pueden provocar sentimientos de culpa. Sea cual sea el motivo, los sentimientos de culpa duraderos pueden afectar a tu salud. Vamos a repasar lo que puedes hacer al respecto.[/su_box]
Sentirse culpable
La razón principal por la que la culpa se instala en nosotros suele ser el simple condicionamiento que recibimos de niños.
Normalmente se nos enseña a buscar la aprobación de nuestros padres. Cuando hacemos algo «bueno» nuestros padres nos recompensan con elogios y recibimos su aceptación, cuando hacemos algo «malo» estos elogios desaparecen y son sustituidos por la desaprobación.
Dado que prácticamente todos los niños desean recibir el amor y la aceptación de sus padres, la necesidad de la aprobación paterna es algo por lo que los niños se esforzarán constantemente.
El resultado es que con el tiempo nos condicionamos fuertemente a buscar la aprobación de los demás por las cosas que decimos y hacemos. Esto nos lleva a la falsa convicción de que tenemos que hacer y decir lo que los demás esperan de nosotros para recibir su aprobación.
La necesidad de aprobación externa
Cuando hacemos o decimos algo que los demás consideran inaceptable, se activa en nosotros esa profunda necesidad de aprobación externa que nos enseñaron de pequeños.
Aunque la persona que desaprueba nuestras acciones ya no sea nuestro padre o nuestro maestro, el mero hecho de recibir la desaprobación desencadena automáticamente el deseo de recuperar la aprobación perdida.
Como consecuencia, y para evitar la desaprobación, la mayoría de nosotros (por nuestro condicionamiento prematuro) nos alinearemos con lo que sea popular, común o deseable.
Por lo general, intentaremos no decepcionar a las personas que consideramos relevantes en nuestras vidas. Suelen ser la familia, los amigos íntimos, los compañeros de trabajo y, en general, los grupos que suelen denominarse «grupos de referencia».
Para ser aceptados por ellos, acabamos haciendo las cosas que sabemos que aceptarán y aprobarán. De este modo, pretendemos reducir el riesgo de desaprobación social.
Pedir disculpas y reparar el daño
Una disculpa sincera puede ayudarte a empezar a reparar el daño después de una mala acción. Al disculparte, transmites a la persona a la que has hecho daño tu remordimiento y tu arrepentimiento, y le haces saber cómo piensas evitar cometer el mismo error en el futuro.
Puede que no recibas el perdón inmediatamente -o nunca-, ya que las disculpas no siempre reparan la confianza rota.
Sin embargo, disculparse sinceramente te ayuda a sanar, ya que te ofrece la oportunidad de expresar tus sentimientos y de rendir cuentas después de haber metido la pata.
Para presentar una disculpa eficaz, deberás
- reconocer tu papel
- mostrar remordimiento
- evitar las excusas
- pedir perdón
- Seguir mostrando arrepentimiento en tus acciones.
La disculpa más sincera no significa nada si nunca haces las cosas de forma diferente en el futuro.
Tal vez te sientas culpable por no haber pasado suficiente tiempo con tus seres queridos o por no haber estado pendiente de ellos cuando necesitaban apoyo. Después de disculparte, puedes demostrar tu deseo de cambiar preguntando «¿Qué puedo hacer para ayudar?» o «¿Cómo puedo estar ahí para ti?».
Puede que no siempre tengas la posibilidad de disculparte directamente. Si no puedes ponerte en contacto con la persona a la que has herido, intenta escribir una carta. Poner tus disculpas por escrito puede ser beneficioso, aunque nunca las vean.
Puede que también te debas una disculpa a ti mismo. En lugar de aferrarte a la culpa y castigarte después de un error honesto, recuerda: Nadie lo hace todo bien en todo momento.
Para enmendarlo, comprométete a ser amable contigo mismo en lugar de culparte.
Aprende del pasado
No se pueden reparar todas las situaciones, y algunos errores pueden costar una relación preciada o un amigo íntimo. La culpa combinada con la tristeza por alguien o por algo que se ha perdido suele ser imposible de evitar.
Antes de dejar atrás el pasado, tienes que aceptarlo. Mirar hacia atrás y rumiar tus recuerdos no arreglará lo que pasó.
Practica la gratitud
Es bastante común sentirse culpable por necesitar ayuda cuando se está enfrentando a desafíos, angustia emocional o problemas de salud. Recuerda: La gente se relaciona con otros para construir una comunidad que pueda ofrecer apoyo.
Imagina la situación al revés. Probablemente querrías aparecer por tus seres queridos si necesitaran ayuda y apoyo emocional. Lo más probable es que tampoco quieras que se sientan culpables por sus problemas.
No hay nada malo en necesitar ayuda. La vida no está hecha para afrontarla solo.